Los seres humanos somos como plantas, llevamos dentro todo un potencial que tiene el sentido de brotar y ser en la vida
;,;, , que , que ,La semilla necesita terreno fértil, cuidados y energía para crecer.
Así florece y da frutos.
A veces, sin embargo, las condiciones no se dan, no vemos la manera de salir, y esa energía que está hecha para fluir se estanca. Estando diseñados para la vida esa parte se paraliza y comienza en muchos casos a dar señales aparentemente “molestas” que nos avisan de que algo no funciona. Trae un mensaje que, si somos capaces de escuchar, nos habla de que no estamos en la vida para apagarnos, sino para crecer.
Hace años comencé a descubrir el camino de vuelta a casa, me inicie a recorrerlo y volver con paciencia, tiempo y tesón a florecer.
La jardinera es un espacio donde comparto este viaje, que continúa, y sus descubrimientos. Quizá porque este jardín lleva implícito el acto natural de compartir su enseñanza con quien quiera y tenga ganas de florecer.
Nuria Guerra Cubero
La jardinera

Meditación
La meditación ha sido uno de los instrumentos que más me ha ayudado en el camino. Comencé en el año 2004 a meditar con constancia, llevaba buscando desde hacía tiempo, y cuando inicié mi formación en terapia Gestalt, empecé a oír hablar de ella y a explorar: me compré un cojín de meditación, busqué distintos lugares y personas que me pudieran enseñar, fui a visitar monasterios y hacer retiros. También hice cursos y formaciones formales. Mi base es el zen y el budismo tibetano, aunque también me he graduado en Mindfulness.
La misma se ha convertido en parte de mi vida y desde hace años, además de practicar, acompaño a otras personas a descubrirla. En este apartado podrás conocer los cursos y talleres que organizo con ese objetivo.
La meditación es una práctica milenaria que nos ayuda a:
- Calmar nuestra mente, llena de pensamientos incesantes que en muchas ocasiones nos hacen sufrir e impiden estar en el presente.
- Serenarnos y gestionar nuestras emociones.
- Actuar y relacionarnos con nosotros, las demás personas y lo que nos sucede, de manera más conciente y menos impulsiva.
En definitiva nos ayuda a conectar con nuestra sabiduría más profunda haciendo que esta parte más sabia y calmada de nosotros nos guie en la vida.

Para ello desde hace siglos en Oriente se cultiva la práctica de la meditación que tiene su origen en el budismo, y desde Occidente en este siglo se ha creado un marco de trabajo como es el Mindfulness.
Esta práctica va unida al autoconocimiento, porque la meditación genera un espacio para vernos, reconocer los patrones de pensamiento, emocionales o de acción a los que respondemos. Verlos nos permitirá cuestionarlos e ir aprendiendo a soltarlos, para estar en la vida con más comodidad y amplitud.