A veces no sé, y aunque a ratos me sacudo a mi misma, pidiéndome respuestas que no tengo, también voy aprendiendo que a veces no sé: no sé lo que quiero, qué opción elegir….Debajo puede estar la ceguera psicológica o también, que aún no sea el momento de saber…ambas cosas no se excluyen.
El no saber, es parte de la trama, de la historia. Por más que parezca que hay que saberlo casi todo y en todo momento.
Todavía no está el manzano maduro.
También confío, que como el manzano sabré que hacer y se hará, aunque no lo entienda del todo.
Entre ir y llegar, hay un lugar intermedio, limbos, bardos, estaciones…
Hoy llegaba este trocito de un libro de hace añares, así está la cosa:
«Cuando ante ti se abran muchos caminos y no sepas cuál recorrer, no te metas en uno cualquiera al azar: siéntate y aguarda. Respira con la confiada profundidad que respiraste el día que viniste al mundo, sin permitir que nada te distraiga: aguarda y aguarda más aun. Quédate quieta, en silencio, y escucha a tu corazón. Y cuando te hable, levántate y ve»
Susana Tamaro
Donde el corazón te lleve.
