¿Qué pasa en tu cerebro cuando meditas?
La meditación se utiliza a nivel terapéutico como herramienta para conectar con nuestra sabiduría más profunda y también cultivar la calma desde la cual poder acompañar los procesos de transformación.
Hace años era una práctica exclusivamente espiritual especialmente ligada al budismo, hoy en día hay muchos estudios científicos que respaldan sus beneficios para mejorar nuestro bienestar y salud, y a través del concepto mindfulness se ha hecho mucho más conocida, utilizándose en ámbitos terapéuticos, educativos y empresariales.
Muchos de estos estudios realizados a través de resonancias magnéticas[1] demuestran como la misma produce cambios considerables en la estructura del cerebro, tales como:
–Mayor grosor de la corteza cerebral en áreas asociadas con la atención y la integración emocional.
–Incremento en la densidad de materia gris en el hipocampo, una zona del cerebro importante para el aprendizaje y la memoria, y en estructuras asociadas a la autoconciencia, la compasión y la introspección.
–Disminución de la materia gris en la amígdala cerebral, un conjunto de núcleos de neuronas localizadas en la profundidad de los lóbulos temporales, lo que está relacionado con la disminución del estrés. Así la amígdala[2], que es la zona del cerebro de “lucha-huida”, parece encogerse. Esta región del cerebro, asociada con el miedo y la emoción, está implicada en la activación de respuestas del cuerpo al estrés.
-A medida que la amígdala se contrae con la meditación, la corteza pre-frontal, asociada a funciones cerebrales superiores como la conciencia, la concentración y la toma de decisiones, se engrosa.